Es la hora.
Coges las sombras a tu antojo y empiezas a
dibujarte. Caminas hacia mí, sin prisas; yo sin moverme. Es absurdo huir de aquello que vive en ti.
Tengo miedo.
Parece que lo sientes. No es lo que quieres.
Tu cuerpo se acerca, el mío lo siente.
Tu aliento lo hiela
todo por completo. Mis músculos responden, y empiezas a teñirme el rostro de vida. Saboreo mis labios y encuentro en ellos todo el óxido acumulado de las
cadenas que me regalaron al nacer.
Ahora todo sabe un poco más a vida que se escapa de entre
los dedos, a suspiro inacabado, a perdón jamás pronunciado.
Las voces de un pasado me gritan desde dentro. No las
entiendo.
Tengo miedo.
Tus manos se apoderan de mi espalda. La presión me rompe las
vértebras. Siento como se astillan, una a una. Intentas acomodarte pero hay
demasiados órganos entre tú y yo. Justo ahora me oprimes el pulmón derecho.
Apenas puedo respirar, pero eso no parece preocuparte.
Intentas ponerte de pie. No, no lo hagas. Eso duele.
Aún no hay sitio para los dos.
Tengo miedo.
Comienzo a sentirte más real, más claro, más fuerte. Volteo
mi cabeza y hasta soy capaz de verte. Entonces me deshago. Me pierdo en la
oscuridad. El ventilador mece mi consciencia mientras yo me dejo desdibujar
hasta el extremo de tocarme y no sentirme.
Entonces te encuentro en mí, respirando mi aire, taponando
mi sangre, acariciando las cicatrices de mis brazos. Y yo, yo ya no estoy.
Luego despierto, justo a tiempo. ¿Pensabas irte sin despedirte?
Me sientes, te giras; me miras, me hielo. Y entonces juro
leer en tus labios inertes que pronto volveremos a vernos.
Hola, gracias por tu visita y comentario, claro que puedes quedarte, no te he pedido permiso pero me quedo.
ResponderEliminarIntensas y profundas tus letras, el final es muy esperanzador.
Un abrazo.
Ambar
Bonito relato con un final feliz.
ResponderEliminarUn saludo.
Creo que se de lo que hablas, debes echarlo, te lo digo desd e la experiencia propia. Me preocupa que no estes bien o dejes de estarlo.
ResponderEliminarEn cuanto a tu forma de expresarte, sublime, como siempre, haces que hasta suene bonito.
"Un abrazo de Luz"
Duele ese miedo
ResponderEliminarEse frío
Lo conozco y es una puta trampa de adicción
Tus letras acarician, aún así me ahogo en ese sentir
Muy duro, tú lo haces bello pero muy duro, un abrazo.
ResponderEliminarQue lindo! La belleza en un relato. Saludos
ResponderEliminarNi siquiera he sido capaz de leerlo del tirón. afú.
ResponderEliminarMe encanta la sensibilidad de tu texto.
ResponderEliminarUn beso.