Seguidores

"Y es que el universo siempre conspira a favor de los soñadores"

jueves, 19 de enero de 2017

Quiéreme cerca

Podría quedarme a vivir de por vida en el hueco perfecto entre tu pecho y tu hombro.

Podríamos convivir en un adosado los días en los que me odies un poco más o me quieras querer un poco menos. Compartir, de este modo, la pared que nos separa. Prometo, de antemano, no ser una buena vecina. Ya te estoy avisando, no me hables de traiciones y traidores después. 

Rasgaré en mil pedazos las cortinas que me regalarás, con una sonrisa, como bienvenida a tu pequeño vecindario. Arrastraré sillas, compraré muebles inservibles y redecoraré la casa cada 30 minutos de reloj. Reloj que, con cada en punto, traerá al mundo un pequeño jilguero que te atormentará los oídos hasta el punto de hacerte querer vivir medio bien, como lo hacía Van Gogh. Jugaré a las canicas a la hora de la siesta y a la diana, sin ella, cuando tengas que ponerte a trabajar.
Luego quizás descanse, hacerte la vida imposible me es tan agotador. Me pondré cómoda. Optaré por una camiseta ancha y larga que cubra mi falta de decoro y de ropa interior. Me encenderé un cigarro y saldré al porche a observar cómo, inútilmente, intentas encontrar un poco de paz. Daré vueltas al mechero mientras valoro si ya es suficiente por hoy.
Pero pondré fin a mi débil pensamiento vaciando mi cenicero en el felpudo de tu puerta con una nota en la que diga que habrá chocolate caliente y algodón de azúcar sólo si me dejas pasar.
Entonces te dibujaré un maltrecho corazón y firmará abajo “la vecina de al lado” escondiendo en un simple garabato todas las ganas del mundo de que le hagas un poco de caso.