Seguidores

"Y es que el universo siempre conspira a favor de los soñadores"

domingo, 29 de noviembre de 2015

Sólo a veces

No sé qué habrás visto de interesante en este caótico desorden de ideas que atormentarían a cualquiera que se atreviese a leerlas.

A veces, me siento como el boceto al que todavía nadie ha puesto ni risa ni base ni cielo.

No sé qué te habrá llevado a querer quedarte aquí. A instalarte en un sinfín de vaivenes, en un desastre continuo, en una interrogación infinita; sin luz, sin salida.

No entiendo que haces todavía deambulando por mi mundo. Con lo fácil que es quererse a medias. Besarnos ahora, desvestirnos con prisa y olvidarnos después.
Con lo sencillo que sería encontrarse como lo hacen dos cuerpos llenos de nada, con la hora justa para desaparecer y volverse a descifrar un par de días después.

No sé por qué aún no has huido de mis eternos mares o por qué ni siquiera te has puesto a salvo cuando acordonaban mi perímetro temiendo posibles derrumbamientos.  

No sé por qué sigues regalándome la espalda. 
Por qué acaricias y susurras cada una de mis vértebras cuando amenazo con convertirme en río y arrasar-me del- todo.

No sé por qué te empeñas en besarme las miserias, recoger mis escombros y reordenarme después. Ni tampoco entiendo esa bonita forma que tienes de convertirte en “hogar” y quedarte a vivir al borde de un acantilado desde el que se despeñan todos y cada uno de mis intentos de ser alguien mejor. 
-Uno tras otro.-

A veces, reconozco, que me siento en deuda contigo. A veces me da miedo no saber.

No sé qué habrás visto o creído ver, ni siquiera sé qué es lo que exactamente te habrá hecho quedarte con un despeinado cúmulo de catástrofes habiendo tantas mujeres no-rotas por el mundo.
No sé qué te habrá hecho elegir a un caos mal distribuido, a un error que siempre se repite y nunca se enmienda, para verte amanecer.


A veces, me gusta no entenderte. No saber bien tus motivos y aun así seguir encontrándote.