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"Y es que el universo siempre conspira a favor de los soñadores"

domingo, 8 de febrero de 2015

Se avecinan tormentas mi capitán.

Ayer llovió en el piso de arriba y hoy las goteras lloraban tu nombre y no hubo cojones a callarlas ni si quiera consolarlas.

Te dedicaría las 1000 cartas que te escribí en estas tres noches si no fuese porque las quemé todas con el único fin de que volviésemos a arder.
Te sonreiría, si tuviese el valor de mirarte de frente y no agachara la cabeza como quien sabe que apuñaló al corazón con el que latía.
Supongo que todo esto iba a volar por los aires tarde o temprano.
Que estábamos destinados a dinamitar y si no apretabas tú el botón acabaría haciéndolo yo.
Supongo que siempre he sido un poco cobarde, de esas a las que les encanta despedir sus mejores opciones desde el otro lado de la calle, echar la llave a las puertas del paraíso y perderse por sus propias cloacas. Supongo que si simplemente hubiese elegido unos minutos antes ahora no estaríamos así, simplemente “estaríamos”, que no es poco.

En verdad me duele tener que deshacerme de todo nuestro “nosotros” y es que Madrid es muy grande como para coger por el inodoro de mi casa. Tu colcha pesa demasiado para unas solas manos, mi sofá es muy cómodo y sin el espejo del baño no podría vivir.
La verdad es que todo esto es un bucle catastrófico, una pescadilla que se muerde la cola, sin cola pero con dientes. Sin ti los quicios no existen y sin tus quicios hasta mis puertas se derrumban. Las alfombras no vuelan y no hay humo que no me sepa a ti.
Sin ti nuestro “nosotros” cojea y es que nunca he sabido tirar muy bien del carro, siempre he sido más de toallas y hoy las noches duelen hasta cuando prometes que no lloverás ahí fuera nunca más.

Hoy me encuentro algo más vieja, más perra y hasta puede que más puta, ¿por qué no?
Hoy me pesan más que nunca los años pero, por primera vez, también las equivocaciones. Las páginas en blanco y los besos que empiezan a caducarse. Como tú, como yo. Los ascensores que bajan sin viajar, las azoteas abandonadas y los soportales que apostaron sus humedades por nuestra felicidad.

Me pesa también la culpa, la agonía de desintoxicarme, pero sobre todo la ropa que ya nadie arranca, y es que, todos pesamos algo más con ese par de prendas mojadas y aquí dentro no deja de llover y yo ya tengo el alma calada y la garganta encharcada.

14 comentarios:

  1. ...la agonía de desintoxicarme...
    dicen que de todo uno sale...que uno todo olvida...que la vida te da más oportunidades...y bla,bla,bla,bla...pero cuando uno siente como siente...a tomar saco todo...no hay nada que nos haga estar mejor, sino recordar lo bueno y llorar por todo lo que se quedó en el tintero, por todo lo que podríamos haber hecho...por millones de cosas...
    Me encantó tu blog y tus escritos...me encanta cómo escribes!

    Un gran abrazo

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    1. Y llorar sí, (supongo) ya que muchas de las palabras que se quedaron en ese tintero podrían haber creado la historia más bonita jamás pensada y eso, eso duele.
      Muchas gracias por tus palabras y un placer poder leerte a ti también.

      Un abrazo fuerte fuerte :)

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  2. Quemar el pasado puede ser doloroso, pero también puede ser la mejor opción. Te recomiendo que veas "Eternal Sunshine of the Spotless Mind". Un beso enorme.

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    1. La mejor opción no sé... pero al menos le sirve a una para entrar más en calor en estos fríos meses.
      Haré caso a tus recomendaciones y este domingo será lo que vea por la noche ^^
      Muchas gracias bonito, un besazo.

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  3. Esa lluvia... tiene tanto peso que algo de ella siempre podrá quedar. Sin embargo, la vida sigue y llegarán más cosas, incluso las mismas nubes.
    Está escrito desde el medio del alma, por eso, inmejorable.
    Un beso

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    1. Estoy segura de que algo siempre quedará.
      Muchas gracias por pasarte por aquí siempre.
      Un besito gigantesco ((:

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  4. Que no te pese nada, ni los errores ni los "no volveré a hacerlo nunca más". Aúlla a la vida que cargas con una mochila a cuestas y que te da igual. Que eres más fuerte que todo ello y que puedes vencer esa culpa o cualquier cosa que te propongas.
    No merece la pena machacarse ni quemarse :)
    Un besito.

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    1. Tienes toda la razón del mundo. Toda.
      Además, no hay peor machaque que el de uno mismo consigo mismo.
      Gracias por dejar tus comentarios siempre y seguirme tan de cerca.
      Un besito preciosa ^^

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  5. Sin el espejo del baño no podría vivir.. Muchos nos miramos y no nos gusta lo que vemos. Pero somos lo que somos muchas veces nos equivocamos y.. de los errores se aprende y las equivocaciones NO pesan de lo vivido nunca hay que arrepentirse. Hay que ser fuerte y deshechar lo que nos hace mal. Ánimo y un beso

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    1. Tienes razón, supongo.
      "Somos lo que somos" no hay más, pero tampoco menos.
      Muchas gracias por tus palabras anónimas :)

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  6. Esa lluvia que hace que nos sintamos más vivos que nunca.
    Esos momentos que hacen que nos derrumbamos, pero que al final nos
    sirven para coger más impulso a la hora de subir hacia arriba. Estamos hechos
    de pedacitos de personas... Y lo que nos hace fuertes es saber disfrutar de lo bueno
    y quedarse con todo aquello que hace temblar. Todo aquello que te hace sentir vivo. Siempre hacia adelante. Tropezándonos, pero... ¿Sólo se aprende de los errores verdad? :)

    Un placer,
    Paula.

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  7. hola guapa:) encontre tu blog por casulidad y me encanta. Me pasare muy a menudo por aqui y sin duda te sigo.Y por cierto el texto es precioso. Nos andamos viendo,un besazo

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  8. Bueno, piensa que toda esa tristeza ha inspirado ese precioso texto.
    Cada historia rota es un aprendizaje, y cada día una oportunidad.
    E inevitablemente algún día dejará de llover y saldrá el sol.

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