Seguidores

"Y es que el universo siempre conspira a favor de los soñadores"

domingo, 14 de mayo de 2017

Desplegar las alas rumbo a casa.


Hay una llama que tirita, un soplido que amenaza, una verdad que se eleva.

De nuevo despierto, envuelta en sudor, y sé que no te has ido pero que tampoco estás del todo.

No sé si debería alegrarme por poder sentir el chasquido de esa llave introduciéndose en el contacto;  conformarme con que aún no haya arrancado el viaje, o enfadarme porque no es capaz de decirme cuando lo emprenderás.
Antes de despertar intento abrazarte pero tu cuerpo se desvanece entre mis dedos a cada amago que hago por alcanzarlo.
No es este el lugar.
Tendré que correr, me aconseja, si quiero llegar a tiempo.
Su voz acaricia mis mejillas, es fría, pero no quiere hacerme daño.
Agradezco que no quiera clavar su mirada en mí, pero nunca a costa de esos robos a mano armada que anuncia gritando a modo susurro, haciéndome temblar y desvinculándome del mundo. Cortando mi respiración, apagando mis sentidos, acelerando mis latidos; dejándome completamente vacía llorando una pena que no es la mía. 
A veces tan sólo me gustaría no estar al tanto de sus planes.

Supongo que podría verse como cierta ventaja, en parte tenéis razón, en parte no.

Ahora sí que estoy en el lugar correcto, ahora sí que estamos, ahora sí que somos reales. Entonces tú me miras, me coges la mano y bromeas sobre aquél viaje que crees que has burlado. Yo me río mientras peino el paso del tiempo metaforizado en tu cabello. Vuelvo a abrazarte y te prometo que todo irá bien, que vas a estar bien, que aún no me he ido, que de esta noche me encargo yo, que puedes dormir tranquilo.

Que sus manos te lleven lejos de aquí.

5 comentarios:

  1. Esto es luz en la tormenta. Colosal.

    ResponderEliminar
  2. gracias por comentar. me gusta tu texto

    ResponderEliminar
  3. Me resulta inquietante...
    Como el preludio de una tragedia inevitable.

    ResponderEliminar
  4. Coincido con Toro, parece el preludio de alguna tragedia, o la dura recomposición de después. Sea como sea, me ha encantado. Abrazos.

    ResponderEliminar
  5. La harás inolvidable, para que no duele la partida. LO anestesiarás. Un abrazo. Carlos

    ResponderEliminar